



Tiene efectos en todo el cuerpo, ya que al evitar la acumulación de grasas y líquidos, se eliminan toxinas y el cuerpo está más saludable y en forma.
La Radiofrecuencia produce un calentamiento profundo que afecta a la piel y tejido graso subcutáneo. Dicho calentamiento va a favorecer el drenaje linfático, lo cuál permitirá disminuir los líquidos y toxinas en el que se encuentran embebidos los adipocitos del tejido afecto de celulitis. A su vez se producirá un aumento en la circulación de la zona que permitirá mejorar el metabolismo tanto del tejido graso subcutáneo como la mejora del aspecto de la piel acompañante. Y por último y más importante la Radiofrecuencia provoca la formación de nuevo colágeno tanto en la piel como en el tejido subcutáneo permitiendo que todo el tejido adquiera firmeza.
La disminución de volumen se justifica tanto por la reducción del edema, como por la compactación a través del tejido conectivo y queda por demostrar la hipótesis en la que intervendría un tercer mecanismo en el que se produciría la ruptura o lisis de la membrana que rodea a las células grasas contribuyendo a la reducción volumétrica.
La disminución de volumen se justifica tanto por la reducción del edema, como por la compactación a través del tejido conectivo y queda por demostrar la hipótesis en la que intervendría un tercer mecanismo en el que se produciría la ruptura o lisis de la membrana que rodea a las células grasas contribuyendo a la reducción volumétrica.